20 años no es nada. Psicoanálisis, arte y cultura en la ciudad de Tijuana fue el título de la esta charla en la que el Dr. Hermes Millán Redin, psicoanalista, escritor y académico reflexionó junto a colegas y amigas sobre dos décadas de labor constante en el ámbito de la terapia y la literatura.

Ostentando un doctorado en Comunicación Social por la Universidad de La Habana, Cuba, Master en Prevención y Tratamiento de Conductas Adictivas por la Universidad de Valencia, España, y una licenciatura en Psicología por la Universidad de la República de Uruguay, Millán ha incursionado en la escritura con los libros "Drogas, trece discursos y una mirada diferente", "Las cartas sobre la mesa. En las fronteras de la auto ayuda" y "La peste y otras transferencias".

En este conversatorio que moderó el periodista cultural Jaime Cháidez, Lídice Figueroa Lewis, psicoterapeuta con enfoque Gestalt, en arte terapia y las artes visuales, aseguró, "estos 20 años en los que Hermes ha habitado en esta ciudad han sido muy fructíferos, le ha abierto la puerta no solo al psicoanálisis, sino a otras formas de conocimiento y de comprensión del mundo".

La Dra. Francisca García Tapia se refirió a Millán como alguien "que ha sido un referente para mí", y sobre su área de conocimiento reveló: "al psicoanálisis, muchos lo consideran como una corriente de la psicología obsoleta, que ya no se aplica, pero quienes se van interesando, se van dando cuenta que hay más que descubrir y hay algo más que saber".

Por su parte Yadira Islas Limón, doctorada en Ciencias de la Salud, por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y con una Maestría en Psicoterapia Psicoanalista por la Universidad Complutense de Madrid, España afirmó: "se podría sostener que Tijuana está viviendo la vigencia del psicoanálisis, sobre todo a lo largo de los últimos 20 años, un retorno a Freud desde la teoría crítica, de una forma muy clara, se está formulando un marco teórico de pensamiento que pone en evidencia las fuerzas que oprimen a la sociedad".

Hermes Millán director de INSTANCIAS: Un espacio para la clínica, la formación y la investigación en Psicoanálisis aseguró, "veinte años no es nada, es muy poco menos que la tercera parte de mi vida, pero como años fundamentales de mi vida de creación y desarrollo cultural, artístico, profesional, me parecen muchísimos".

"Cuando me encuentro con estudiantes que tuve cuando recién llegué y ahora me dicen que están terminando su maestría, que tienen hijos, que sus hijas están esperando hijos, me doy cuenta de que 20 años es bastante, los 20 años más importantes en mi formación, eso deja marcas imborrables, son los 20 años fundamentales de mi vida", continuó el catedrático.

Coordinador de la Maestría en Psicoanálisis en el Centro Universitario del Pacifico, Millán añadió, "el psicoanálisis es volver una y otra vez a reescribir la historia, contrariamente a lo que la gente suele comentar, lo único que se puede cambiar es el pasado, el presente no porque se hace, se construye, cambiar mentalmente el futuro es estar enredado, rumiando intelectualmente, pero el pasado es una lectura, es una interpretación, no es una sucesión de hechos y el psicoanálisis consiste en una reescritura del pasado, una reinterpretación, en ese sentido volver a pensar los 20 años es volver a reinscribirlos".

"Irse del lugar donde uno vivió toda la vida, dejar eso en una circunstancia de exilio económico, político, cultural, dejar las relaciones personales, el paisaje de la costanera, el malecón, las hojas de plátano que crujen cuando uno las pisa en el otoño, dejar esto implica un dolor que se reactiva", sentenció Millán Redin en su alocución.

Y reveló: "yo vine enojado con Uruguay, enojado con lo que yo consideraba el fracaso histórico de las izquierdas en las que había militado toda la vida y me costó mucho tiempo reencontrarme con Uruguay", refiriéndose al momento decisorio en su vida en la que llegó a Tijuana, donde como muchos migrantes retomó las circunstancias de su vida.

Finalmente, al hablar de la ciudad en que hoy vive y desarrolla su profesión y en la que ha transitado esos veinte años, Millán recurrió a la poesía, "amo a Tijuana por ser frágil como yo/ animal patinando en el aceite/ matemática imperfecta del fulgor/campana de cristal, flor del Poniente".

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